Hola gente menuda!!! Os tengo abandonadicos!!! Tengo muchas cosas interesantes que contar, pero hoy solo tengo tiempo de hablaros sobre mi viaje a Benxi con Lusi. Benxi es una pequeña ciudad entre montañas situada en la provincia de Liaoning, al noreste de China.
Lo cierto es que este viaje me ha cambiado un poco la vida; me explico: le eché narices al asunto y me fui sola en un tren chino.
Aunque Lusi me había llevado dos días antes al lugar en el que debía tomar mi tren, el día del viaje me levanté temprano por si las moscas. La estación a la que debía ir estaba situada en el segundo anillo, en la línea 2 del metro. Mi tren salía a las 7 de la mañana, por lo que salí a las 5 de casa, cerré la puerta y…. ¡ J**** qué frío! Bajé las escaleras de mi edificio hasta llegar a la calle, los ciudadanos de mordor (sótano de mi casa) todavía no daban señales de vida. Únicamente me crucé con las abuelas barrenderas que, concentradas en su tarea, hacían caso omiso a la extranjera cargada de bultos que cruzaba la calle hasta llegar al metro. Una vez en el metro, pude comprobar que no era la única que estaba muerta de sueño, el chico del scaner se había quedado dormido en su puesto de trabajo. Esperé y esperé hasta que llegó el tren, era la primera vez que veía el metro de BJ tan vacío, daba gusto estar allí. Por fin, a las 6:30 de la mañana llegué a la estación y esperé en el lugar que Lusi me había indicado. Eran las 6:50 y no había movimiento a mi alrededor…algo iba mal. Decidida, opté por preguntarle a la señora del kiosko si estaba en el lugar correcto. Mi chino de parvulario y el billete sirvieron para darme cuenta de que, efectivamente, no estaba en el lugar apropiado. De hecho, tenía 10 minutos para llegar a la otra punta de la estación y subirme al tren. Corrí tanto como pude, desde aquí pido perdón a toda la gente a la que empujé sin querer XD y, milagrosamente, llegué a menos 1 minuto. Entré en el vagón y busqué mi asiento; era fácil de encontrar, se trataba del único sitio libre que quedaba en todo el tren. Después de muchos “Duibuqi” esquivando a niños, abuelas y demás pasajeros que ocupaban el pasillo con sus pertenencias, pude sentarme en mi sitio. Arrancó el tren y pensé….sinceramente, estoy loca…
Me había subido a un tren Chino en el cual no se hablaba ni pizca de inglés y sin saber en qué parada debía bajar (solo se comunicaba en chino). Intenté no dormirme para no pasarme de parada y puse el oído a conversaciones ajenas para intentar interceptar a alguien que bajase en mi misma parada y seguirle. A las 2 horas y media, una chica que hablaba por teléfono le dijo a su padre que iba al mismo sitio que yo y a qué hora llegaría el tren….. ¡uff! Supongo que todos los tontos tenemos suerte jeje. A eso de las 11 y media de la mañana, la chica empezó a levantarse y buscar su maleta. Yo hice exactamente lo mismo y la seguí hasta el pasillo. La megafonía anunció una nueva parada en chino, era la mía, increíblemente había entendido lo que decía. Había llegado a mi destino. Bajé del tren e intenté seguir a la chica del teléfono. Pisándole los talones llegué hasta la salida, en la que una señora con malas pulgas y de uniforme revisaba los billetes. Resulta bastante curioso que te revisen el billete también a la salida del recinto. Por fin, entre la multitud, apareció Lusi gritando mi nombre; ya podía tranquilizarme.
Al salir de la estación, eché un vistazo a mi alrededor y descubrí que todo el mundo me estaba mirando. Lusi me dijo: “no les hagas caso, son pueblerinos, nunca han visto a una extranjera”. Seguimos caminando hasta el coche, donde estaban sus padres esperándome: “Hola María!” dijo su madre con un marcado acento latinoamericano, “bienvenida”. El padre de Lusi, que no sabía nada de español, se limitó a mirarme y sonreír. Supongo que le sorprendió bastante que fuese capaz de darle los buenos días en chino y decirle que estaba encantada de conocerles.
El coche arrancó y éste fue el verdadero comienzo de mi viaje. Lusi me explicó que antes de ir a casa, iríamos a visitar las montañas de la zona. Aunque me apetecía mucho conocerlas, no me agradaba la idea, pues apenas había dormido la noche anterior y tenía todas mis cosas en el maletero del coche (de hecho, no pude sacar más que el bolso con la cartera; ni teléfono, ni chaqueta…).
La madre de Lusi me prestó su cámara de fotos:
En estas montañas, ponía el nombre de “Mao Zedong”. Lástima que no pude fotografiar todos los caracteres…
Este es un ejemplo bastante gráfico de la seguridad laboral en este país…os lo diré en chino “Mei you” (NO HAY).
Aquí tenemos a Lusi comiendo uno de sus aperitivos favoritos; no sé si se aprecia en la foto pero son patas de pollo picantes….si….con sus uñitas, cartílagos y demás….mmmm que ricura por Dios…….dagg!!! he de reconocer que me hizo probarlas…de sabor no están mal pero bastante viscosas….no es de mi agrado, la verdad XD.
Esta es una de mis fotos favoritas de este viaje… en un atasco de casi 2 horas de coches, motos y autobuses, una anciana bastante ágil se abre paso y desaparece esquivando a cientos de conductores que matan su tiempo echándose la siesta con los pies en el volante.
Después de varias horas, por fin llegamos a las montañas. El padre de Lusi desapareció hasta por la noche y nos quedamos con su madre, la señora de verde que sale en las fotos. Aquí os dejo la sesión de fotos:
Otra de mis fotos preferidas es esta: el abuelo con su nieta, mirando los pececillos y con el culete al aire, una escena de lo más curiosa :D
La madre de Lusi, una china moderna.
Y ahora, como dice mi madre, observemos el entorno:
Como podéis ver, se vendían productos naturales de la montaña de todo tipo, así como dulces típicos de la región (por cierto, de sabores un tanto peculiares).
Cuando llegamos a la ciudad, la familia de Lusi me invitó a cenar en un restaurante. Yo estaba agotada, pero todo estaba riquísimo.
A eso de las 10 de la noche llegamos a su casa. Supongo que os preguntaréis…¿cómo es una casa china? Os describiré la forma de vida de los padres de Lusi para que os hagáis una idea. En el barrio, como en la mayoría de los barrios de Pekín, las farolas brillan, pero por su ausencia. El edificio era bastante antiguo, sin luz y lleno de suciedad… (me recuerda bastante al mio aunque, al menos, yo tengo luz en el portal), de hecho, nos cruzamos una rata al subir. La casa de Lusi me sorprendió positivamente, era bastante amplia y estaba muy limpia. Creo que el hecho de que esté situada en una ciudad pequeña tiene mucho que ver con ciertos detalles… Al entrar, me hicieron quitar los zapatos. Antes de llegar a China, pensaba que el quitarse los zapatos dentro de las casas era una tradición en oriente y no le encontraba mucho sentido salvo la comodidad. Vistos los hábitos chinos: escupir por la calle a todas horas, tirar todo al suelo, bebés que hacen sus necesidades en la calle, portales en bruto y llenos de polvo desde el día en que terminaron de construirse….; esta costumbre empieza a cobrar cierto sentido. Nadie querría que tal suciedad entrase en sus casas. La madre de Lusi me dijo que podía ducharme si me apetecía. “Te he comprado una toalla nueva, para ti solita”, me dijo con una amplia sonrisa….pero, en cuanto vi aquella toalla (si podía llamarse así) se me quitaron todas las ganas de una ducha de golpe. Y es que, en China tienen por costumbre utilizar toallas de bidé como toallas de ducha….y eso, a 7 grados de temperatura….hace una gracia que no veas XDDD.
“ No, ya mañana….lo siento, estoy cansada…muchas gracias” dije con la esperanza de que a la mañana siguiente hicese menos frío. Por desgracia, me equivocaba… a la mañana siguiente, abrí los ojos y vi que Lusi ya no estaba en la cama. La vi en el salón devorando patas de pollo como si no hubiese un mañana….”Buenos días, ¿qué tal has dormido?, aquí tienes tu desayuno”…
No podía creerlo…. Patas de pollo, tallarines y ternera…Los que bien me conocen, saben que jamás como recién levantada y mucho menos eso!!!! En una punta de la mesa descubrí un taco de leche de soja:” ¿puedo abrirla?” “Sí, claro, lo que tu quieras”….
Esas palabras eran música celestial para mis oídos….con la leche bastaría para no desmayarme ni vomitar el desayuno…. Sin embargo… a los 3 minutos… “ ¿pero solo comes eso?”…”no tengo mucha hambre….” “tienes que comer algo”… y me sirvió tallarines y ternera en el plato….En fin, no me quedaron más narices….
La familia de Lusi se portó muy bien conmigo, valoro encarecidamente su hospitalidad, pero no podía evitar el choque cultural.
Era el momento de la ducha….Entré en el baño con mi “toalla” en la mano y, misión imposible…. ¿cuál era el gel y cuál el champú? Aquellos botes eran iguales…… y sí, amigos, me lavé el pelo con gel de baño…más guapa que salí de casa esa mañana…. XD… Aún así, nada evitó que todo el mundo me mirase y le dijese a Lusi que su amiga era muy guapa (ya os comenté en anteriores post que a los chinos les llaman mucho la atención los ojos grandes). Si me diesen un euro por cada vez que me llaman “piaoliang” (guapa/bonita) tendría para el billete de vuelta a España XD. Ya sabéis que no soy nada del otro mundo pero, por suerte o por desgracia, tengo justo lo que ellos consideran bonito, 2 ojos enormes que me ocupan media cara.
Mientras atravesábamos las callejuelas de Benxi, las miradas se concentraban en mi persona….la discreción es un concepto del que los chinos no han oído hablar….te miran fijamente, te incomodan, les mantienes la mirada para hacerles comprender que te das cuenta de la situación y ellos te la mantienen a ti para que te des cuenta de que les toca el pie todo lo que tu creas. Al final, te cansas y los das por imposible.
En fin, esa mañana fuimos al centro de la ciudad a hacer lo que más le gusta a Lusi, ir de compras. Yo, como necesitaba un abrigo, no me parecía mal el plan.
Llegamos a la zona comercial y comenzó el espectáculo:
La china que, micrófono en mano, grita la oferta del día a la puerta de un establecimiento y a grito pelado…. ¿no os recuerda a los gitanos de los mercadillos? Lo curioso es que se trata de una boutique :S
Los niños que compiten en un concurso de talentos organizado por un centro comercial.
Los abuelos que bailan en la calle con motivo de la fiesta de aniversario de instauración de la República Popular.
Los anuncios de estudios fotográficos que inmortalizan lo pastelosa que puede llegar a ser una boda china.
Hasta ahí la mañana de compras. Por la tarde, quedamos con una amiga de Lusi “Ting Ting” para ir a cenar a uno de los restaurantes más famosos de la ciudad. La chica era un cielo, me entendía con ella en inglés, qué lástima que no viva en BJ. Cuando todo el mundo me miraba por la calle o en el restaurante y me ponía nerviosa, ella me sonreía y me decía “ Isabel, look at me”.
La verdad es que todo estaba bastante bueno.
Cuando ya nos íbamos a casa, un chico le envió un sms a Lusi invitándonos a un karaoke. Lo que yo no sabía es que Lusi había puesto en su “KUKU” (más o menos el msn chino) que iba a traer a su casa a una extranjera muy guapa…Lógicamente, desde ese mismo instante, me convertí en un mono de feria.
Llegamos al karaoke sobre las 9 y media de la noche. Yo nunca había estado en un karaoke y, mucho menos, en un karaoke chino. Las voces de los cuarentones borrachos desentonando se escuchaban desde el recibidor, atravesamos varios pasillos hasta llegar a la sala privada en la que estaban los amigos de Lusi. Se trataba de una habitación pequeña con una pantalla , altavoces, un sofá y una mesa. Había 4 personas en la sala, 3 chicos y una chica (muy guapa, por cierto), la mesa casi no se veía de las cervezas que habían bebido.
“Nihao!!!!!!” “Nihao!!!” Nos presentamos, me invitaron a sentarme, me compraron cocacola y palomitas y cantaron algunas canciones:
En esta pantalla elegían la canción que querían cantar.
La que más me gustó fue esta (podéis ver el video):
http://www.youtube.com/watch?v=XSfBAS4NvzM&feature=related
Es taiwanesa, bastante curiosa, el cantante se hace llamar “El richie” así que… no os digo más XD.
La cantó un amigo de Lusi, “el Alex Ubago chino” como cantaba el tio!! La madre que lo trajo!!! Tengo videos suyos cantando, siento no poder colgarlos…no tienen desperdicio…
Éste es el susodicho… no me acuerdo de su nombre… pero vamos… “Ubago” XD Muy majo el chico, un poco cani con los oros…pero bueno…
En esta estamos todos:
La verdad es que esa noche me lo pasé como una enana, me reí un montón.
Al día siguiente, visitamos a la abuela de Lusi. Antes de llegar a casa de su abuela, Lusi me advirtió “ es la primera vez que ve a un Occidental, estate tranquila, no la asustes”. Cuando llegamos a la casa, su abuela no estaba. De nuevo, otra casa china me sorprendió para bien: luminosa, reluciente y muy bonita. De hecho, saqué fotos, para que os hagáis una idea:
¿qué os parece? Muertos os habréis quedado…. En mi opinión tenemos demasiados prejuicios sobre la forma de vida china…
Bueno, vamos a lo que nos interesa, la abuela de Lusi. Llegó 15 minutos más tarde de lo esperado, cuando nosotras llegamos, nos abrieron la puerta su tio y su prima (que están en la foto con nosotras). Al entrar por la puerta, la abuela se asomó al salón con más miedo que vergüenza, me miró y miró al suelo. El resto de familiares intentaron tranquilizarla hasta que, al fin, se acercó a mi… y murmuró algo en chino que Lusi tradujo como “es guapa”…. Semanas después, gracias a mis clases de chino…he recordado sus palabras y lo que dijo fue “no es tan fea como esperaba” XDDDDDDDD. En fin, una cachonda. Empezó el interrogatorio: de dónde eres, cómo te llamas, cuánto tiempo llevas aquí….blablabla.
Tras la ronda de preguntas, llegó la hora de la comida. Me sentaron a la derecha de la matriarca quien, con aire desconfiado observaba de reojo todos mis movimientos. Repetía una y otra vez en chino “come de eso, come de aquello…esta chica no come nada!!”….La verdad es que fue un momento bastante gracioso…en el que no era capaz ni de agarrar mis palillos, por más que intentase enseñarme.
Ese día por la noche, quedamos con los amigos de Lusi para ir a lo que ellos llamaban discoteca…. Y lo que yo llamo “disco-puti-teatro”. Me explico, era como una sala de variedades, en la que podías bailar, ver chicas semidesnudas, ver actuaciones de cantantes, camareros que hacían malabares con botellas en llamas….
Aunque la vestimenta indique lo contrario, el personaje que baila en la barra es un chico….al menos por la cara… porque, por todo lo demás, una mujer en toda regla, más femenino que yo XD.
El momento estelar de la noche fue cuando el jefe de todo el cotarro anunció un sorteo de 12 litros de cerveza a quienes ganasen un juego….Los amigos de Lusi gritaban a coro mi nacionalidad hasta que me hicieron salir al escenario con Lusi, no teníamos ni idea de qué traba el juego. En el momento en el que el presentador explicó las reglas, más de la mitad de los chinos que había en el escenario salieron por patas…. Yo no entendía qué estaba pasando. Miré a mi alrededor…. ¡ todos chicos! Las únicas féminas del escenario éramos Lusi y yo. Lusi me explicó el juego al oído. Debíamos cantar una estrofa de una canción (en chino, por supuesto) y teníamos que aguantar el máximo tiempo posible cantando la última palabra sin respirar.
La letra de la canción venía a decir lo siguiente “La primavera se marchó, primavera vuelve!!!!!” La última palabra creo que era “lai”. En fin, los chinos se dejaron los pulmones y, aunque yo conseguí pocos segundos, la gente me aplaudió y el presentador me dijo que cantaba bien y me regaló un cd de música tecno-discotequera china XD. Me lo pasé como una enana.
Lo malo era que, al día siguiente, habíamos quedado con Tíng Tíng a las 6 de la mañana en la estación de autobuses para irnos a unas cuevas….dormimos 4 horas…muertas estábamos… pero bueno, conseguimos levantarnos.
No solo fuimos a las cuevas, sino también a un parque enorme en el que pude encontrar al chino Cudeiro que había sobrevivido al lago.
Típica china que se echa la foto conmigo porque dice que soy guapa y es ella más guapa que yo XDDD y bastante más, por cierto.
Y esto es todo por hoy J intentaré contaros más cosas dentro de poquito… próxima entrada: el palacio de verano.