domingo, 27 de mayo de 2012

De anécdotas va la cosa...

Sintiéndolo mucho, hoy no hay fotos. En esta entrada me gustaría hablaros sobre tres cosas que me han pasado últimamente y me parecen bastante divertidas (o al menos yo en su momento lo pasé bien).

1: "Soy una china más"

Si, tal cual, una china más. El otro día no es que me tomaran por china en un descuido, sino que lo afirmaron rotundamente. La semana pasada, o hace dos semanas, ya no recuerdo, tuve una avería bastante gorda en el baño y, una vez más, con la ayuda de Selena, comunicamos a la casera la situación. Mi agencia inmobiliaria se puso en contacto conmigo y me enviaron a una persona que vino sin herramientas y dijo que volvería al día siguiente por la tarde (de esta persona os hablaré en la segunda anécdota). 
Por ciertos motivos, la persona que iba a venir a reparar mi baño no pudo hacerlo (por lo que cuento en la 2), así que, la agencia envió a otra persona. Resultó ser un señor que estaba absolutamente convencido de que yo era china. Me explico, en China existe una provincia (no recuerdo el nombre, ya lo preguntaré de nuevo) cuyos habitantes se asemejan bastante a los occidentales. Pues bien, este señor me confundió con una chica de esa provincia y me comentaba sobre la dificultad que implica el aprendizaje de mi supuesto dialecto de origen, que aunque era de esa provincia mi nariz era bastante grande y algunas otras cosas más que no entendí. Selena me aconsejó que no le dijese que era extranjera puesto que, por el hecho de serlo, podría cobrarnos más o sentirse incómodo después de todo lo que había dicho. Yo, con el pico cerrado, asentía con la cabeza, solo me escuchó saludar y dar las gracias (no debo hacerlo tan mal cuando se marchó sin cambiar de idea jaja). 
Así que, si, amigos, ya soy china. 

2: "El chino asesino" 

La primera persona que me envió la agencia para solucionar la avería es el que podemos llamar "el chino asesino". Bien, el "echa" llamó a mi puerta ese día haciéndose notar: "extranjera, ¿estás en casa?" gritó mientras golpeaba la puerta como si de un tambor se tratase. 
Le abrí la puerta (todavía no me explico ni por qué lo hice, porque con esos modales...) y se metió en mi baño, le dije en chino más o menos lo que pasaba y se lo mostré, pero comenzó a hablarme en arameo o algo parecido... me vais a perdonar pero..¡no entendía una mi**da!
Agobiada llamé a Selena y estuvieron hablando por teléfono como 10 minutos. Y..¿adivináis qué? Selena tampoco entendía una mi**da, por eso tardaban tanto. Al final, el susodicho dijo que vendría al día siguiente a las 6 en punto y que estuviese en casa, que iba a llegar puntual.
Al día siguiente, mi casera llegó temprano a mi casa y, poco después lo hizo Selena. Sin embargo, el susodicho no aparecía. Le esperamos bastante rato hasta que mi casera, desesperada, le llamó por teléfono. 
Escuchando la conversación, me enteré de cómo la había liado parda "el chino asesino". Por lo visto, tenía mucha prisa por llegar al trabajo a tiempo, así que se llevó con el coche a una señora por delante. Mi casera le preguntó que dónde estaba, a lo que este respondió "en el hospital, ahora mismo voy para allá". 
Mi casera le echó la bronca y le dijo que llamase a su compañero, y por eso vino el trabajador de la anécdota 1. 

3: "¡Qué va tío! si no te entiende...."

Hace un par de noches volvía en el metro de un paseo por el mercado del zoo de Beijing y me ocurrió lo siguiente:
Entré en el vagón y justo se levantó una señora, tuve mucha chorra, pude sentarme. Me puse mis cascos y empecé a enviar un sms con el teléfono. Justo a los 5 minutos, el mp3 se quedó sin batería, pero no me molesté ni en quitarme los cascos de las orejas.
Fue entonces cuando escuché esta conversación entre dos chicos chinos:

 A: Mira esa extranjera, es guapa....
B: Cállate  que nos va a escuchar...
A: ¡Qué va tío! si no te entiende...además está escuchando música
B: Sí que te entiende...ya verás, si no te entiende te doy 5 yuanes
A: ok.


El chico "A" me miró y me dijo: "eres guapa y no me entiendes". 
Yo le miré y seguí a lo mío. Pero cuando se dio la vuelta hacia su amigo no pude evitar reírme..
Entonces, el chico "B" dijo : ¿ves como te entiende? se está riendo. 
"A" responde: quizá no se ríe por eso. 
"B" me pregunta: ¿entiendes algo de lo que hemos dicho?

MI RESPUESTA: SI, ENTIENDO TODO, MUY INTERESANTE
Ambos no sabían donde meterse, de hecho, se bajaron con bastante prisa en la siguiente parada y no me queda muy claro que fuese la suya jeje. 


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