sábado, 3 de septiembre de 2011

Jugando a detectives


H
ola chicos!! Hoy también tengo algunas cosas que contar. Como os prometí ayer, he seguido muy de cerca los pasos de la señora del pijama y la he pillado infraganti abanico y espada en mano.










Como de costumbre, después de seguir el ejemplo de mis amigas de aquí no hay quien viva (aunque lo mío sea una terraza), me he preparado mi desayuno chino. Una empanada al vapor rellena de carne y verduras y un batido de chocolate….mmmmmmm


Mientras desayunaba, me he dicho ¿qué echarán en la tele de este país? He encendido la televisión y un aparatito que parece similar al TDT español (sin él tampoco funciona la tele) y he intentado buscar un canal que me gustase. Haciendo algo de zapping me he topado con una ópera china que, aunque no recuerdo el nombre ahora, la he visto en clase de literatura.


Parece ser que es como una telenovela, cada día ponen uno o dos capítulos. Es bastante agradable escuchar como cantan, relaja un montón. Cuando se ha terminado he encontrado un canal infantil: programas para niños, los “teletubies” chinos, dibujos…




Estos niños hacían un baile con botellas en las manos, hacia un lado y hacia otro, se daban la vuelta…sonreían. Eran muy graciosos :D.

Y estos dibujos seguro que le hubiesen gustado a mi hermana


Por lo que he podido ver, se trata de una princesa muy caprichosa y un señor mayor malvado que siempre quiere engañarla…XD. Que, por cierto, la tele en China se paga (poco al mes, pero sí), yo creo que pago unos 16 ¥ al mes.
Hoy he decidido dar un paso más en mi vida pekinesa, he cruzado una avenida con el semáforo en rojo, soy una temeraria jajaja. Yo como el dicho:”allá donde fueres, haz lo que vieres” así que yo cruzo por donde me da la gana como el resto (siempre teniendo cuidado, claro). Cada uno a su bola.


Este paso de cebra es el único en el que he visto cruzar a la gente cuando correspondía, el resto…un auténtico caos. Ya pondré fotos.

Estoy muy contenta porque me he entendido con un señor mayor a pesar de no decir ni una palabra. He mirado a su nieta y he sonreído sin querer. Era preciosa, tendría 2 añitos y tocaba las palmas en su carricoche mirando a su abuelo. El señor me ha mirado, ha mirado a la niña y me ha sonreído. Aunque no dijese nada, pensaba: “Si, es preciosa, muchas gracias por darte cuenta”. Me ha recordado a mi libro favorito, “La nieta del señor Linh”.


En mi paseo de hoy he encontrado varias cosas (además de los típicos señores que te escupen al lado cuando pasan y tú te cagas en su padre porque casi te dan): Una universidad llamada “Renmin University of China” (Universidad del pueblo chino). Carmen me ha explicado que es una universidad de menor nivel que la mía en Beijing. 

Este es el edificio principal:


También he visto algunos puestos callejeros como este de fruta:


Un monumento a los escolares:


Y, ¿cómo no? Miles de bicicletas por todos lados.


Yo he pensado en comprarme una, porque por aquí no son muy caras  (puedes encontrarlas desde 20 euros) y resultan bastante funcionales. No obstante, considero que primero debo aprender a caminar por la ciudad, el asfalto de esta jungla es demasiado peligroso.
Y nada, aquí os pongo algunas marranadas que compré…otra cosa es que sepa comerlas…


Esto, traducido del chino son “orejas de árbol” y ellos las hidratan y la comen con alguna carne y otras verduras. Inventaré algo con el wok que me regalaron en el supermercado. Ya os diré a qué saben.


Y esto me ha dicho Carmen que se lo llevan los niños al recreo en el colegio. Son como una mezcla entre salchichas y jamón y pueden comerse tal cual o guisadas con verduras. Tal cual están muy buenas, doy fe (como el Luisma).


Bueno, me despido de vosotros con una última foto.  


En fin, pongamos que hablo de Beijing ;D.





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