sábado, 3 de septiembre de 2011

Next station: Beijing




¿Quién me iba a decir a mi que terminaría en China? 

Siempre he sido una persona tranquila, habitante de ciudades pequeñas y acogedoras. He temido el caos de las grandes urbes y, especialmente, de Madrid. Una vez me prometí a mi misma y al resto del mundo que jamás viviría en un sitio como ese. Hoy es el día en el que rectifico lo dicho; me marcho a Beijing. Dejo atrás familia, amigos y a una persona en especial que me ha apoyado en todo momento pese a no estar muy de acuerdo con mi aventura. Viajo a un mundo paralelo en el que la vida al revés es una rutina y lo que consideramos normal, es cosa de  "laowais" (bárbaros). 
Me marcho con mi vida en una maleta, pero espero volver.
Aunque no estoy muy segura de poder continuar con este blog desde China (el gobierno no es muy amigo de este tipo de páginas), intentaré hacer lo posible por tener acceso. 




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